La efectividad de un producto es importante porque refleja seguridad y confianza a los consumidores. La evaluación de productos cosméticos permite la verificación de “claims” que el fabricante del cosmético quiere atribuir a su producto.
Estas pruebas se realizan “in vivo” (voluntarios sanos) o “in vitro” (en mechas de cabello, placas de PMMA, etc.), aplicando el producto en zonas específicas a tratar y utilizando medidas instrumentales donde obtenemos información sobre los parámetros de la piel y/o cabello, antes y después de las aplicaciones del producto.